El circuito hacia Nordeste recorre la costa sur de la isla, atravesando pintorescos pueblos con hermosos paisajes naturales y ricas tradiciones, como Povoação, lugar donde se asentaron los primeros descubridores de São Miguel. De los numerosos miradores que caracterizan la belleza de esta parte de la isla, el de Ponta do Sossego es el más emblemático, con sus senderos de tierra, la variedad de flores en sus jardines y una vista con diferentes tonos de verde en la vegetación que llega hasta el mar. Además de su patrimonio histórico y arquitectónico, Nordeste fue galardonado por el ayuntamiento como el lugar más florido de Europa. Ribeira dos Caldeirões es conocida por sus cascadas y su molino de agua; el circuito continúa por los miradores de la costa norte.